Reducción del consumo y uso eficiente de energía eléctrica, gas y agua, disminuyendo sus impactos ambientales directos e indirectos y sus efectos en la salud de la población.
Reducción del gasto en los hogares y optimización de los costos de generación y distribución de energía eléctrica, agua y gas, así como los de tratamiento y disposición de agua residual y desechos.
Disminución y separación de los residuos, así como su adecuada disposición.
Reducción en el uso de recursos no renovables.
Fomento de la cultura del cuidado al medio ambiente y la conservación y aprovechamiento sostenible de los recursos naturales.
Reducción de pasivos ambientales.